Cuando algún problema en el hombro no puede ser solventado únicamente mediante el tratamiento conservador entre en juego la cirugía, las lesiones que más frecuentemente requieren cirugía en la actualidad son las roturas del manguito rotador ya que generan dolor y pérdida de función en el hombro, las luxaciones de hombro ya que un hombro inestable supone un problema importante en la función del hombro, la artrosis avanzada que impide de manera constante un normal funcionamiento de la articulación y por último algunas fracturas complejas del hombro que alteran de manera importante la anatomía y por tanto la función de ese hombro.
Ni que decir tiene que cualquier cirugía a nivel del hombro es preferible que sea realizada por especialistas del hombro con experiencia en este tipo de procedimientos, a grandes rasgos hablamos de cirugía artroscópica o bien de cirugía abierta.
Los procedimientos artroscópicos son en la actualidad los más realizados en diversas articulaciones, sobretodo en rodilla y hombro, ofrecen gran cantidad de ventajas en comparación a los procedimientos abiertos, entre estas un menor daño a los músculos y tendones, un menor riesgo de infección, una recuperación más precoz y todo esto con una tasa de éxito similar por lo que desde hace años son la técnica de elección en la que se han centrado los especialistas de hombro.
La cirugía abierta todavía tiene un lugar importante dentro de nuestro arsenal terapéutico, lógicamente hay determinadas patologías del hombro que no pueden ser resueltas si no es mediante un procedimiento más invasivo, cierto es que, gracias a una experiencia dilatada, la colocación de prótesis de hombro y el tratamiento de fracturas complejas se realiza con unos resultados muy predecibles y con unas tasas de complicación realmente bajas.